Bienestar personal: estrategias de autoprotección para pequeñas empresas 5a5e4l
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Editado 20-06-2024 8:44 5x561
Mientras Mahatma Gandhi subía a un tren, uno de sus zapatos cayó en la vía y como el tren ya se estaba moviendo, no pudo recuperarlo.
Para asombro de sus compañeros, se quitó el otro zapato y lo lanzó cerca del primero.
Cuando un pasajero le preguntó por qué lo había hecho, Gandhi sonrió y dijo:
«El pobre hombre que encuentre el zapato en la vía ahora tendrá un par que podrá usar».
Reinventarse como emprendedor suele identificarse con aventuras idealistas, motivacionales o de independencia profesional, pero en realidad tiene que ver con dos factores mucho más concretos.
Por un lado, emprender tiene un gran sentido de pragmatismo humano, al estilo gandhiano, que se refleja en su enfoque para la creación de productos y servicios que, sobre todo, son útiles, aportan soluciones y facilitan vivir mejor.
Por otro, emprender también tiene que ver con la obtención de financiación y con alcanzar el número necesario de clientes que hagan rentable el proyecto.
Así describe este perfil el inversor español Luis Martín Cabiedes en su libro ¿Tienes una startup? Todas las claves para conseguir financiación:
«Bajo la denominación de business angel se agrupan todas aquellas personas que dedican parte de su capital y su tiempo a sacar adelante otros proyectos, generalmente startups, mediante inversiones de pequeñas cuantías y objetivos de alta rentabilidad».
Pero seguramente os interese la otra cara de esta relación entre emprendedores e inversores potenciales: cómo hacer más atractiva tu idea o proyecto empresarial a un potencial inversor.
En este artículo veremos 10 claves para que un inversor se interese por un negocio inspirados en las reflexiones de Martín Cabiedes.
Como paso previo a la búsqueda de inversor, e incluso a la puesta a prueba de tu modelo de negocio en el mercado, debes ser crítico con los fundamentos económicos de tu idea y conocer el coste que te supone conseguir clientes que paguen por tu servicio.
Tu negocio es una máquina de crecimiento perfecta cuando, como pasa en WhatsApp, los s llegan a coste cero. De esta forma tienes “menos prisa” en generar ingresos de ellos.
En Internet lo difícil, y en lo que suelen fallar la mayoría de los proyectos, es en conseguir adquirir clientes a un coste razonable y no subestimar la necesidad que tienen de gastar dinero para adquirirlos.
«Cuando el modelo de negocio sea repetible y escalable, entonces es cuando hay que recaudar dinero».
Hoy se puede lanzar por poquísimo dinero un sitio web que valide si hay interés en un producto o servicio. Bastará con haber testado un producto viable mínimo, un prototipo a medio hacer o una versión beta.
Es importante presentar a los posibles inversores no una idea o un proyecto, sino una empresa iniciada donde ya haya clientes y cuyo modelo de negocio se modifica continuamente, si es necesario, para conseguir más.
Puedes poner en marcha un buen negocio sin necesidad de recurrir a los inversores obteniendo financiación, por ejemplo, por medio de los propios clientes.
Un emprendedor debe buscar inversores para obtener recursos, pero no como única posibilidad.
Además de contar con la financiación de particulares o personas físicas, estudia otras posibilidades donde los clientes puedan financiar tu iniciativa empresarial.
El profesor John Mullins, de la London Business School, ha señalado y analizado las principales fórmulas de financiación de estas características:
«Durante los cuatro primeros años ninguna empresa produce beneficios. Ni siquiera Mozart empezó a escribir música hasta que tuvo cuatro años». Peter Drucker.
Un fracaso de la inversión no necesariamente implica un cierre del negocio.
En muchas ocasiones, los proyectos empresariales simplemente no llegan a ofrecer la rentabilidad que el business angel se había marcado como objetivo.
La virtud de ser persistente no debe convertirse en el vicio de negar la realidad.
Para decidir cuándo replantear una decisión puedes utilizar uno o varios «cables trampa».
Una opción es marcar una fecha límite de forma que, si llegada la fecha no has conseguido lo que pretendías, debes replantear tus opciones y decidir de nuevo entre tus alternativas.
Otra estrategia que puede ayudarte a tomar la decisión de continuar o abandonar tu proyecto, complementaria con la anterior, es marcar un determinado beneficio, de forma que puedas evaluar si te estás aproximando al resultado previsto o no.
Como emprendedor debes copiar todo lo copiable en tu sector. Después ya puedes ponerte a mejorar lo copiado.
Google no inventó la búsqueda en la Web. De hecho, llegó tarde pero cuando llegó lo hizo mejor.
Steve Ballmer, entonces consejero delegado de Microsoft se mofó del dispositivo iPhone cuando lo vio.
Copiar está infravalorado.
A los malos emprendedores y a los malos profesionales también les «brillan los ojos» cuando hablan de sus proyectos y pueden ser tan entusiastas y comprometidos como los buenos.
La motivación, la pasión y la dedicación no son suficientes.
Ajustarnos a un supuesto perfil de emprendedor o empresario “estrella” es una motivación muy frecuente, pues creemos que esto hará más atractivo nuestro proyecto al potencial inversor.
Pero, ¿existen tales características?
¿No sería más útil incrementar nuestro atractivo cumpliendo los plazos, objetivos y compromisos que nos hemos propuesto cumplir, también de cara al potencial inversor?
Se ha calculado en Estados Unidos que las posibilidades de ser escuchado por un inversor son diecisiete veces mayores si se accede a él a través de un o común.
Un plan de negocio presentado por un conocido común tiene un 76% más de posibilidades de ser atendido y de conseguir el primer objetivo: que el emprendedor sea llamado a una entrevista personal.
¿Los os no son necesarios si pones pasión y trabajas duro? Sí lo son, porque muchos otros profesionales también están poniendo pasión y también están trabajando duro.
Siempre es importante recordar que el networking es la mejor técnica de búsqueda de oportunidades y, en concreto, para acceder a inversores potenciales:
Poner en marcha una idea de negocio conlleva riesgos tanto para el emprendedor como para el inversor.
No obstante, ello no quiere decir que no podamos controlar determinadas variables que afectan al presente y al futuro de nuestro proyecto, entre ellas, a quién se lo confiamos.
El emprendedor debe saber cuál es la especialización de cada inversor, las actividades y sectores empresariales que le interesan para priorizar la búsqueda de financiación.
Internacionalizarse no es irse a gastar fuera lo que no se tiene ni se obtiene dentro, sino vender fuera lo que ya se vende dentro.
La Unión Europea siguió siendo el destino geográfico más importante de nuestras exportaciones.
Las dificultades más comunes para vender en el exterior son la burocracia, el idioma y, por supuesto, las diferencias culturales.
Posiblemente, la mayoría de los profesionales que han conseguido internacionalizar su negocio afirmarán no haber encontrado ninguna dificultad específica para hacerlo, pero esta percepción sesgada es producto del éxito.
En todo caso, hay que mantenerse alerta ante uno de los mitos más frecuente a los que se enfrenta el emprendedor: la idea de que cualquier iniciativa, una vez llevada fuera de su país, tendrá más posibilidades de éxito.
Al igual que ocurre en la reinvención profesional por movilidad geográfica, al decidir exportar una iniciativa en muchas ocasiones no se tienen en cuenta qué factores lo propician y qué factores no.
Para crecer y para aprender, siempre es mejor tener éxito que fracasar. Antes de «ponerse a fracasar» y de resaltar de forma ingenua el valor del fracaso, hay que aprender antes de los fracasos ajenos.
Una de las enormes ventajas de Internet es la visibilidad de profesionales y negocios que ofrece un mundo conectado.
Como emprendedor puedes indagar os, recursos y metodologías que ya utilizan otros emprendedores a los que «te quieres parecer» y de los que puedes aprender evitando cometer sus mismos errores.
Si quieres mejorar tu vida profesional tras un fracaso puedes emplear una técnica de autoevaluación mediante cinco preguntas:
Toni Nadal, el tío y exentrenador de Rafa Nadal, cuenta que en un torneo su pupilo estaba perdiendo claramente y vieron que estaba jugando con la raqueta rota.
Rápidamente le avisaron y al final de partido, le preguntaron:
—¿Cómo no te has dado cuenta de algo tan evidente? Y él respondió:
—Estoy tan acostumbrado a pensar que si algo va mal la culpa es mía, que estaba concentrado en cambiar o mejorar lo que estaba haciendo.
Como en cualquier ámbito vital y profesional, para emprender no te obsesiones con ganar, enfócate mejor en aprender.
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